Luego de que a finales de 2023 el precio de la papa, uno de los productos más consumidos por las familias chilenas, estuviese por las nubes, registró una drástica caída pasando de los 2500 pesos el kilo a los 700, lo que se debe principalmente al actual stock disponible.
El aumento en la oferta de la papa surge tras los elevados precios de 2023, ya que aquellos valores incentivaron a que diversos agricultores pusieran mayor énfasis en la plantación del tubérculo.
Según el IPC de febrero, la papa registró un descenso mensual de un 16,6% dentro de la canasta familiar.
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Bajo dicho contexto, el gerente general del Consorcio de la Papa, Luis Miquel, en una entrevista con el diario El Austral, mencionó que “ahora hay un abastecimiento normal y bueno de papas, eso hace que los precios bajen a la normalidad e incluso en época de cosecha pueden caer aún más”.
Lo mencionado anteriormente se debe a que en 2023 el gremio fue acusado de colusión y acaparamiento del producto, a lo que Luis Miquel argumentó que la baja disponibilidad de aquel entonces se debía a los costos que significaba plantar papas, sumado a los bajos precios de aquella época, provocaba que el negocio no fuera rentable.
En cuanto a la situación actual, el gerente mencionó que los precios que se ven no durarán mucho tiempo, dado que los agricultores que realizaron plantaciones motivados por los altos valores de 2023 hoy están desesperados por vender el producto.
Una vez que esta situación pase, según Luis Miquel, el valor comenzará a regularizarse durante junio y julio.