La iniciativa, financiada por la Seremi de las Culturas y apoyada por
el programa Quiero Mi Barrio, fue plasmada por la comunidad junto al
artista regional Jorge “Cejec” Canicura. El diseño destaca la
tradicional procesión de Jesús Nazareno y los orígenes del sector en
la antigua Chacra Brazil.
En una jornada marcada por el color y el reencuentro vecinal, este viernes se
llevó a cabo el hito inaugural de los "Murales con Memoria" en el Barrio Juan
Pablo II de Punta Arenas.
La actividad congregó a autoridades y pobladores en la Avenida Circunvalación
Ramón Cañas, esquina Padre Joan Alsina Hurtos, lugar donde ahora luce la nueva
obra de arte público.
Este proyecto nació de un esfuerzo colaborativo entre el Programa de
Fortalecimiento de la Identidad Cultural de la Seremi de las Culturas, las Artes y
el Patrimonio, y el equipo barrial de Quiero Mi Barrio, del Ministerio de Vivienda
y Urbanismo. El objetivo se centró en relevar la inspiración participativa y
colectiva. Fueron los propios habitantes quienes decidieron qué historia contar
en sus muros.
Durante el mes de noviembre, se realizaron diversas instancias de diálogo donde
vecinas y vecinos, junto al artista visual magallánico Jorge “Cejec” Canicura,
definieron el diseño. Respecto a este proceso creativo, el muralista explicó la
dinámica de trabajo. "Todo se genera a través de reuniones previas con los
vecinos, donde nos cuentan su historia, los relatos y las ideas que quieren
plasmar. De ahí uno va sacando los bocetos que se envían para recibir
sugerencias y cambios, hasta llegar a un diseño final", detalló Canicura. El artista
valoró el compromiso local, agregando que "este barrio es bien participativo.
Dentro de todos los que he pintado, ellos siempre están presentes, motivados en
rescatar espacios de sus barrios, en este caso mediante los murales".
El resultado fue una pintura en gran formato que rescata dos elementos centrales
del imaginario local: La histórica procesión anual de Jesús Nazareno —cuyo
recorrido atraviesa justamente la avenida donde se emplaza la obra— y la
memoria de la Chacra Brazil, representando los inicios del barrio a través de los
animales que acompañaron a los primeros pobladores.
El Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Luis Navarro, quien
acompañó a la comunidad durante el corte de cinta, destacó la importancia de
estos procesos colectivos.
"Lo que hoy inauguramos no es sólo pintura sobre un muro, es un espejo de la
identidad de la población Juan Pablo II. Cuando el arte nace de la participación y
del diálogo entre vecinos, se transforma en patrimonio vivo. Como gobierno, nos
llena de satisfacción financiar iniciativas donde la comunidad es protagonista de
su propio relato, honrando tradiciones tan queridas como el Nazareno y
recordando sus orígenes de esfuerzo", señaló la autoridad regional.
Para la comunidad, la obra tiene un valor que trasciende lo estético,
respondiendo también a necesidades urbanas del sector. Jéssica Paredes, vecina
del barrio, puso el acento en el rescate histórico y la función social del arte.
"Es súper importante, porque no sólo plasmamos lo que la gente siente en la
forma de religión con Jesús Nazareno, sino que también está la historia de la
Chacra Brazil, que marcó los inicios de la población", comentó la vecina. Paredes
hizo hincapié en la necesidad de continuar con estas intervenciones. "Todavía nos
queda harto por contar. Esperamos que Cultura siga apoyando la creación de más
murales porque, como población, no tenemos áreas verdes. Entonces, por medio
de los murales, vamos dándole más color a nuestro entorno".
La ejecución final contó con la participación activa de vecinos de todas las
edades, quienes, pincel en mano y guiados por "Cejec", dieron vida a esta
intervención en una de las avenidas principales del sector.
La ceremonia culminó en la Sede de la Junta de Vecinos N° 51, ubicada en calle
Gaspar Marín. En este espacio, al que se sumó el alcalde de la capital regional,
Claudio Radonich, las y los asistentes compartieron un café, recibieron postales
de recuerdo de la obra y, lo más importante, intercambiaron relatos y
experiencias sobre el proceso creativo que hoy embellece y refresca la memoria
del barrio.